Feminicidios y violencia de género desbordan la capacidad del Estado.
La República Dominicana atraviesa una crisis silenciosa pero devastadora: la violencia de género y los feminicidios se han convertido en una epidemia social que no da tregua. En lo que va de 2025, se han registrado más de 32 feminicidios íntimos, según datos de la Procuraduría General de la República. Esta cifra, aunque ligeramente inferior al año anterior, sigue siendo alarmante y refleja una realidad estructural profundamente arraigada.
Feminicidios recientes que estremecen al país
En solo dos semanas de septiembre, seis mujeres fueron asesinadas en distintos puntos del país:
Anaís Mendoza, de 17 años, víctima de un hombre obsesionado con ella.
Yenny Echaverría, asesinada por su expareja, quien luego se suicidó.
Katherine Frías Aquino, baleada por un miembro activo de la Armada Dominicana.
Maite Evangelina Gerónimo, de 16 años, apuñalada por su expareja.
Altagracia Mercedes Feliz Reyes, asesinada pese a tener órdenes de alejamiento vigentes.
Valdemira Peña Mateo, muerta en un ataque a machetazos en San José de Ocoa.
Est
os casos no son aislados. Son parte de un patrón de violencia sistemática contra la mujer, donde el agresor suele tener antecedentes de control coercitivo, celos patológicos y deterioro emocional.
Crítica a la política criminal dominicana
Expertos en justicia penal han señalado que la política criminal dominicana es reactiva y fragmentada. Aunque existen leyes que penalizan el feminicidio, la falta de coordinación interinstitucional, el débil acceso a salud mental y la revictimización de las mujeres en el sistema judicial agravan el problema.
El país ocupa el segundo lugar en América Latina y Centroamérica en homicidios contra mujeres, con un rango que oscila entre 60 y 90 víctimas anuales. La ministra Faride Raful ha reconocido que “falta una mirada más profunda” para evitar que las mujeres sean víctimas permanentes.
Raíces sociológicas y culturales
La violencia de género en República Dominicana tiene raíces en el patriarcado histórico y en una cultura que aún asigna roles rígidos según el sexo. El psiquiatra José Miguel Gómez ha propuesto la construcción de una nueva masculinidad, basada en el respeto, la corresponsabilidad y la afectividad.
Desde la infancia, muchos hogares reproducen estereotipos que eximen a los varones de responsabilidades domésticas, mientras imponen cargas a las niñas. Esta diferenciación alimenta una visión de la mujer como propiedad, legitimando comportamientos violentos.
Estadísticas que no se pueden ignorar
Más de 200,000 casos de violencia registrados entre 2020 y 2024.
El 77.5 % de los casos están vinculados con violencia de género o intrafamiliar.
En 2025, se han reportado más de 600 casos de violencia sexual, incluyendo agresiones a menores.
37 niños y niñas quedaron huérfanos por feminicidios solo en el primer semestre del año.
¿Qué se está haciendo?
El Ministerio de la Mujer, junto con la Procuraduría General, ha lanzado una “ruta para frenar los feminicidios” que incluye casas de acogida, acompañamiento legal y psicológico, y campañas de concienciación. Sin embargo, los resultados aún son limitados.
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